Entonces, imaginé que me preguntabas:
- ¿Qué tal el día? ¿Qué has hecho hoy?
Y yo te respondía:
- Coleccionar besos.
Besos que
madrugan. Besos ante la duda. Besos que no entienden de culpa. Besos que vencen
el miedo. Besos que se dan sin labios. Besos que se roban. Besos que se
regalan. Besos para ajustar cuentas. Besos para empezar un cuento. Besos para
terminarlo. Besos para llegar lejos. Besos para detener el tiempo. Besos para
quedarnos quietos. Besos en la mejilla. Besos en la punta de la nariz. Besos en
la frente. Besos de frente. Besos a escondidas. Besos sin prisas. Besos de
mediodía. Besos de madrugada. Besos lentos. Besos en sueños. Besos que se
envían al cielo. Besos sinceros. Besos que salen de dentro. Besos para sellar
un pacto. Besos que van y vienen. Besos que se quedan para siempre. Besos de
asfalto. Besos de camas. Besos de verdad. Besos que no se dan. Besos que se
echan de menos. Besos que no entienden de reproches. Besos de complicidad.
Besos de confianza. Besos de esperanza. Besos de ojalá. Besos que no se atreven
a nacer. Besos sin rencor. Besos escapatoria. Besos suaves. Besos tiernos.
Besos de calma. Besos de pasión. Besos que arden en llamas. Besos para llevar
siempre puestos. Besos sin final.
Juan Carlos Ogazón
Elena Bau Fotografía
Molina Royo Fotógrafas
Alejandra Ortiz Fotografía
Couche Photo
Pelayo Lacazette
Que no se cierren nunca las colecciones de besos,
Sed felices
© Texto: La Buhardilla de Sam
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